Mi nuevo cluster de Kubernetes con Raspberry Pi 4 y planes futuros
Me complace presentarles mi nuevo cluster de Kubernetes, construido con cuatro Raspberry Pi 4, cada una con su propio disco duro SSD. Este cluster es una maravilla de la eficiencia y la versatilidad, capaz de manejar múltiples servicios con facilidad.
Entre los servicios que se ejecutan en este cluster se encuentran Gitea con Actions, n8n con PostgreSQL y Redis. Para aquellos que no están familiarizados, Gitea es una forja de software auto-alojada y ligera que es fácil de instalar y ejecutar. N8n, por otro lado, es una plataforma de orquestación de flujo de trabajo que se utiliza para automatizar tareas.
Además, este cluster también utiliza Longhorn como proveedor de almacenamiento. Longhorn es un sistema de almacenamiento distribuido para Kubernetes. Con Longhorn, los datos se distribuyen de manera confiable en múltiples nodos para garantizar la redundancia y la disponibilidad.
Este cluster ha demostrado ser extremadamente eficiente y estoy muy satisfecho con su rendimiento. Sin embargo, hay un aspecto que espero mejorar en el futuro: la dependencia de la conexión USB para conectar los discos duros SSD.
Estoy esperando con ansias el lanzamiento del nuevo Raspberry Pi 5 con su PCI. Creo que este será un cambio de juego y permitirá una mayor eficiencia y velocidad para los discos duros SSD.
Además de estas mejoras, mi próximo objetivo es añadir un sistema de testing e2e (end-to-end). Con este sistema, podré realizar pruebas completas que simulen el comportamiento del usuario en el mundo real. Este paso es crucial para garantizar la alta calidad y la fiabilidad de los servicios que se ejecutan en el cluster.
Hasta entonces, seguiré disfrutando del rendimiento de mi actual cluster de Kubernetes con Raspberry Pi 4 y esperando con emoción las mejoras futuras.